Esto no es una webquest.

domingo, 8 de julio de 2007

Hoy termina la primera parte del Curso Online de Formación Básica dedicado al uso de las nuevas tecnologías en el aula de E/LE, organizado por Proele. Hemos dedicado estas dos primeras semanas del curso al uso general de la web en nuestras clases (búsqueda de recursos,...), y a reflexionar sobre el concepto de webquest, quizá una de las primeras iniciativas didácticas con utilidad que surgieron de la red de redes. Finalmente hemos realizado en grupos nuestras propias webquest, para poner en práctica lo aprendido y reflexionar prácticamente acerca de la posible utilidad de la herramienta.

Sin embargo, después de todo sigo sin tener clara la necesidad de integrar las webquest en mis clases. O mejor dicho, no estoy convencido de que la propuesta, tan rígida y cerrada (introducción-tarea-proceso-evaluación-conclusión), sea la adecuada en el proceso de enseñanza-aprendizaje. De hecho, creo que lo que me irrita es sobre todo la poca flexibilidad y la nula interactividad entre las webquest que hemos generado y sus posibles usuarios finales. De hecho, y ha quedado patente en nuestras actividades, para paliar esto muchos grupos hemos optado por apoyarnos en otros recursos web que ofrecen cierta interactividad entre los alumnos y la propia tarea. Pero... ¿siguen siendo entonces webquests? 

La "perversión" (por no decir mejora) del concepto de webquest está justificada desde el momento en que apostamos por una metodología basada en el enfoque por tareas orientado a la acción y basado en el constructivismo social, que deja atrás los planteamientos originales de las webquest (¡1995!) para ir introduciendo modificaciones, hasta que el producto de nuestro trabajo parece que es algo diferente a lo que Dodge tenía en mente.

Por eso, me atrevo a dar sólo un argumento por el que las webquest no se justifican hoy día sin apelar a otros recursos: Sencillamente el concepto básico no está pensado para la interacción real. La virtualidad de la actividad, el hecho de que ésta esté en internet no tiene otra justificación que el acceso a determinados recursos online a los que de otra forma no tendríamos acceso… ¿O quizá sí? ¿Para qué tenemos la impresora? ¿Qué tal echar mano de unas fotocopias de toda la vida? ¿Unas guías de viaje? ¿Un cassette? ¿Una cinta de video?

Hay otros argumentos en contra, claro, pero creo que con lo expuesto basta para dejar a un lado las webquest como tales. Para que la interacción, la negociación, la autorreflexión y el autoaprendizaje, tal como los hemos concebido, tengan cabida en la idea inicial de Dodge tenemos que echar mano de otros recursos que terminan por tener más relevancia que la propia webquest. Lo interesante no es que se realice una búsqueda guiada de información en internet y que resuelvan una tarea –por más que ésta exija cierta reflexión al alumnado. El acento lo debemos poner en el propio proceso, y el alumno tiene que estar, sobre todo, integrado en la actividad desde el principio, implicándose en la toma de decisiones desde el mismo diseño de lo que se va a realizar. Sólo así conseguimos crear conocimiento de manera consecuente con los principios enunciados más arriba.

Enconces, ¿por qué seguir llamando webquest a algo que ya no lo es?

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Las webquest son 1.0. Por eso gustan tanto en Holanda, un país 1.0

Lo único 2.0 que tiene Holanda es el fútbol.

Leonor Quintana dijo...

Nunca me había ocupado de las WQ.

Ciertamente no hay mucha interacción, pero eso no quiere decir que no puedan ser provechosas si están bien diseñadas y el tema despierta el interés de los estudiantes.

Al fin y al cabo, se trata básicamente de realizar una lectura guiada en la Red, tanto extensiva por el número de páginas a visitar, como intensiva para captar información puntual. Y la letura me sigue pareciendo muy valiosa!

Por lo demás, estoy de acuerdo con lo que dices. Lo único que no tengo tan claro es lo de la implicación del alumno en la toma de decisiones. Seré de la vieja escuela, pero creo que hay veces en que las decisiones son responsabilidad del profesor: programar los contenidos del curso, "proponer" actividades y ejercicios, puntuar cuando así se nos lo exija... Y créeme que es la parte del trabajo que menos me gusta!

Lola Torres dijo...

Hola David:
No hemos trabajado juntos en el grupo de creación de WQ en Proele -yo estaba en el grupo 4- pero me ha alegrado leer lo que has escrito y saber tu opinión. Yo nunca había trabajado con wq, ni siquiera sabía exactamente qué eran, y ahora, ¡mira, he hecho una! Creo que el trabajo en grupo y compartir opiniones en los foros ha estado bien. Pero no creo que vaya a utilizar wq en clase por las mismas razones que tú señalas en esta entrada. Para generalizar, diría (más que decir que no son 2.0) que no se ajustan mucho a la realidad y que requieren mucho trabajo y mucha vuelta para poco resultado.

¡Un saludo!

Pilar Hernández Mercedes dijo...
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Pilar Hernández Mercedes dijo...
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Pilar Hernández Mercedes dijo...

Hola a todos:

He leído vuestros comentarios sobre las WQ y creo que, o NO se ha captado su verdadera esencia o, tal vez, habéis accedido a una visión parcial del tema. No sé.

Las WQ admiten multitud de recursos (ved las que trabajan con blogs, correo, vídeos de la red, etc, etc. Poe otro lado, no son actividades de sola lectura (eso, no lo son ni siquiera las CAZAS del TESORO).

Su protocolo, es eso, un prococolo, pero no hay rigidez ni falta de flexibilidad... TODO LO CONTRARIO.

Una WQ es tal cuando hay construcción del conocimiento por parte del alumno en un ambiente colaborativo.

No las demonicéis, de verdad. Son una manera de dar orden a algo con lo que llevamos trabajando hace ya tiempo.

Yo sí creo en ellas, por eso, os pido que les deis otra oportunidad.

Pilar Hernández Mercedes
Sección de WQ y Cazas para ELE de www.marcoele.com

Unknown dijo...

Bueno, Pilar, agradezco el comentario... Sólo aclarar dos cosas:

1. No se pone en duda que las webquest tengan (tuvieran) alguna utilidad. Lo que sí es cierto es que su tiempo pasó, y ahora parece que lo más coherente metodológicamente es abandonar ese formato.

2. Formato que, afortunadamente, muchas de las que dicen llamarse webquest ya han abandonado... Mi pregunta era, simplemente, por qué se empeñan en seguir llamándose webquest, cuando son ya otra cosa muy distinta.

Victoria dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Victoria dijo...

Hola David:
Me ha encantado tu post. Me ha alegrado mucho saber que alguien piensa lo mismo.
Sobre la cuestión del formato y la rigidez que comentas con Pilar:
Creo es una cuestión de tiempo, pero la etiqueta "webquest" acabará siendo desplazada por otra. Emilia ya dio una buena alternativa con "tareas 2.0"
Si Internet ha pasado de ser "la gran biblioteca" a ser "la gran conversación" es lógico que dé también ese salto en la clase de E/LE. Para mí esa evolución natural va de la webquest a la tarea 2.0
Un abrazo,
Victoria

Anónimo dijo...

De todos modos yo tampoco le veo mucha web2.0 a cosas como "me conocerás por..." "objetos personales" es como colgar el texto del alumno en la pared del aula.

Anónimo dijo...

Anónimo... ¿Anónimo? Qué 1.0 eso, no me extraña lo que dices...

Te lo diré en dos palabras para que me entiendas: es lo mismo pero no es igual. Y si no lo coges vete a Google, teclea "web 2.0" y pasa un rato leyendo.

Anónimo dijo...

Hola
Yo tambien estoy participando en el curso (grupo1). Es la primera vez que he trabajado con wq y he sacado la misma conclusion que tu. Leyendo ahora los comentarios de otros compañeros (especialmente el de Pilar)he entendido que en el curso hemos "cogido" la base, pero que tienen muchas posibilidades, se llamen wq o tareas 2.0.

Anónimo dijo...

Hola a todos:

Me alegra mucho saber que sigue la discusión fuera del curso.

Obviamente el curso no es sobre la WebQuest y pretende mostrar sólo aplicaciones que están al alcance de todos, mostrar la base como dice Ana y llegar a una reflexión personal sobre esas aplicaciones y su uso.

Personalmente creo que todo tiene su lado positivo y su lado negativo, y todo puede ser muy positivo si se sabe usar y se sabe para qué, o puede resultar negativo si no se sabe usar. Yo todavía, por ejemplo, nunca he creado un Blog o una WQ para mis alumnos, o un Podcast... aunque los conozca y piense que pueden ser positivos dependiendo para qué se utilice, simplemente porque no me ha surgido esa necesidad para mis clases hasta el momento. Por ejemplo una transparencia puede dar muchísimo más juego en una clase que una presentación ppt aunque sea un formato más pasado de moda. También en un momento dado una WebQuest puede crear más interacción que un Blog en clase si se prepara bien y se sabe para qué se hace.

Quizá el único problema que veo es que estamos muy influenciados por lo novedoso, por la tecnología en sí y no partimos de la base: todo eso son herramientas, no es un fin en sí mismo. Nuestro fin y nuestro origen es -debería ser- el alumno y partiendo de ahí: de qué queremos conseguir, de qué buscamos, de tener claro nuestros objetivos... deberíamos buscar la herramienta más adecuada y no al contrario: tener una herramienta y ver qué hacemos con ella.

Por eso yo os animo a seguir probando herramientas, siempre críticos, pero abiertos para descubrir sus posiblidades y también para buscar otras que las que a primera vista ofrecen.

Un abrazo,
Francisco